CaixaBank redujo en los nueve primeros meses del año sus beneficios un 42,6%, hasta 726 millones, como consecuencia del esfuerzo en provisiones anticipadas para asumir futuras pérdidas por morosidad. La entidad catalana, que está en proceso de fusión con Bankia, ha llevado a cabo dotaciones extraordinarias de 1.161 millones hasta septiembre. Éstas apenas han variado en el tercer trimestre, ya que ha considerado que las previsiones macroeconómicas no se han visto alteradas a pesar de los rebrotes del coronavirus y las nuevas limitaciones de movilidad.
Las cuentas del banco que dirige Gonzalo Gortázar también presentan una caída del margen de intereses en un 2% por la caída de la actividad en algunos segmentos, como financiación al consumo y los tipos en negativo, y unos ingresos en comisiones planos.
El aumento del colchón de provisiones obedece a la política de prudencia del grupo, ya que aún el ratio de morosidad registra caídas, en 10 puntos básicos, hasta el 3,5%. Todo el sector espera una subida de los impagos a partir del próximo año, cuando venzan las moratorias concedidas a los clientes y las carencias de las líneas ICO, aunque estas puede que se amplíen otros doce meses y se retrase el incremento de las insolvencias.
Gortázar ha indicado en la rueda de prensa que a finales de año y previsiblemente en marzo de 2021, el banco tendrá que reevaluar el volumen de dotaciones ya que "los problemas están venir" y que "los niveles actuales de morosidad son un espejismo". "Partimos de una política conservadora de acuerdo a los modelos y a una caída del PIB este año del 12,5%", pero tendremos que ver si tenemos que aumentar el colchón en los próximos trimestres, ha señalado el consejero delegado de CaixaBank.
El banquero ha manifestado que tendrá que revisar estos escenarios y ver cómo impactan las nuevas limitaciones de movilidad. Ha avanzado que se espera una reducción leve de la actividad, pero que no prevé un confinamiento total de la población como en primavera. De esta manera, se ha mostrado relativamente optimista, ya que la entidad lleva a la crisis preparada.
CaixaBank destaca en una nota el aumento de su capital hasta el 12,7%, incluyendo la venta de su participación en la filial de medio de pago Comercia -aún por ejecutar- y el recorte de los gastos de explotación en más de un 3% debido a las medidas de ajuste llevadas a cabo el año pasado.
La entidad, que acometerá la fusión con Bankia el próximo ejercicio, materializará un nueva disminución de plantilla en el marco de la operación que el mercado estima en unos 8.000 trabajadores.
Tirón trimestral
Solo en el tercer trimestre, debido al menor esfuerzo en dotaciones, la entidad ganó 522 millones de euros, cifra que supera las expectativas del mercado, que apuntaba a un resultado de 313 millones.
En cuanto a la evolución de la actividad CaixaBank ha elevado el crédito a la clientela bruto el 6,4%, sobre todo las líneas ICO; los préstamos a empresas, que han crecido más del 17% sobre el año pasado. En préstamos hipotecarios y al consumo baja, al igual que el promotor. La entidad subraya que ha prestado 11.944 millones con aval público.
Integración con Bankia
Gortázar, sobre la fusión con Bankia, ha señalado que ambas entidades trabajan para que se materialice lo antes posible; ha descartado nuevas operaciones corporativas, ya que el banco se focalizará en los próximos dos años en la integración con el grupo nacionalizado; y ha rechazado avanzar cuál será el ajuste de personal que llevará aparejada para reducir los solapamientos.
El consejero delegado, asimismo, ha manifestado que CaixaBank esperará a la integración de Bankia, prevista para finales del primer trimestre de 2021, para hacer los ajustes de personal y oficinas y que no llevará a cabo ningún plan especial antes.